Los cuatro partidos principales de Noruega, tanto de izquierdas como de derechas, acuerdan poner en marcha una nueva política energética que conllevará una prohibición de la venta de vehículos propulsados por combustibles fósiles, tanto gasoil como gasolina, en el año 2025. A partir de ese año, todos los vehículos nuevos vendidos en el país deberán ser totalmente eléctricos (no híbridos) o propulsados por hidrógeno.