A pesar de que un muro en la frontera con México es actualmente un asunto de debate serio en los Estados Unidos, cuyo objetivo es evitar el movimiento físico de las personas (con algunos otros "beneficios" aparentes), algunas paredes en realidad pueden reunir y preservar las comunidades, en lugar de dividirlos.
En sólo cinco años según la ONU, alrededor de 60 millones de africanos podrían ser desplazados a medida que su tierra deja de ser cultivable, un desastre humanitario potencial de una escala sin precedentes. Esto sería devastador para una gran parte del continente africano no sólo ecológico y económico, sino también social.
Ahí es donde entra la ingeniosa Gran Muralla Verde de África.
Los expertos de las Naciones Unidas dicen que, si no se toman medidas, la desertificación puede reclamar dos tercios de las tierras agrícolas de África en menos de una década. La Gran Muralla Verde, sin embargo, fue concebida como una estrategia de amplio alcance para detener el avance rápido del desierto del Sahara de África del Norte.
La Gran Muralla Verde, una vez completada, tendrá una extensión increíble de 4,400 millas de Senegal en África occidental a la nación de África Oriental de Djibouti. En lugar de ladrillos y mortero, la pared se hace de árboles y otra vegetación, incluyendo las plantas que se pueden comer o se utilizan para crear medicinas.