Un nuevo estudio de la Universidad de Washington que puso a prueba 65 vinos de los cuatro principales estados productores de vino de Estados Unidos, California, Washington, Nueva York y Oregon, ha encontrado que todos los vinos, excepto uno de ellos, tienen niveles de arsénico que superan lo permitido en el agua potable.
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos permite que el agua potable contenga no más de 10 partes por mil millones de arsénico. Las muestras de vino variaron de 10 a 76 partes por mil millones, con un promedio de 24 partes por mil millones.