• En septiembre de 2011, después de 20 años de planificación, se inició la desmantelación de las represas Elwha y Glines en el río Elwha, en el noroeste del estado de Washington. En aquel momento, era el proyecto más grande de remoción de presas en la historia de los Estados Unidos, y tomó casi tres años para que ambas barreras fueran desmanteladas y para que el río volviera a fluir libremente.

    A lo largo de sus casi cien años de vida, las dos represas recolectaron más de 24 millones de metros cúbicos de sedimento detrás de ellos, lo suficiente para llenar el estadio de los halcones Marinos de Seattle ocho veces. Y desde su remoción, el Elwha ha recuperado el sedimento atrapado y lo ha distribuido río abajo, haciendo que el ecosistema ribereño sea reconstruido y transformado. Se han llevado a la costa grandes cantidades de limo, arena y grava, resucitando un ecosistema de humedales largamente privado de sedimentos.

  • Los compuestos de cloro de larga duración, como los clorofluorocarbonos (CFC), llevaron al agotamiento de la capa de ozono estratosférico en la década de 1980, la más drásticamente observada en la Antártida. Después de la introducción del protocolo de Montreal en 1987, que regulaba las emisiones de sustancias que agotan el ozono, el ozono estratosférico comenzó a recuperarse y se prevé que volverá a los niveles anteriores a 1980 en la segunda mitad de este siglo.

  • Hay una alta probabilidad de que haya verduras frescas en su refrigerador que terminarán en la basura en lugar de en su plato de la cena. No es que alguien vaya a la tienda de comestibles con la intención de tirar más tarde la comida en la basura, pero todos lo hacemos más a menudo de lo que probablemente nos damos cuenta. Ruth Litchfield, profesora de ciencias alimentarias y nutrición humana en la Universidad Estatal de Iowa, dice que desperdiciamos alrededor de 20 libras de comida cada mes. Y eso es por persona.

  • El crear una cultura organizacional de mejora continua encaminada a integrar sistemas es la meta de casi todas las organizaciones, desde hace más de 12 años que hemos realizado diversos ejercicios de mejora de cultura organizacional y hemos tenido que hablar de cultura a diferentes audiencias que van desde directivos de alto nivel hasta trabajadores de planta es curioso ver que los esfuerzos la mayoría de las veces no son de largo plazo y terminan al concluir la semana de seguridad, higiene y ambiente.

    Existen muchos saboteadores de cultura organizacional que pueden aparecer a la vez, y que tienen la capacidad de socavar y anular completamente todos los esfuerzos realizados para desarrollar una cultura organizacional fuerte que permee una integración adecuada de sistemas.

    Algo que siempre nos ha sorprendido es el deseo de las organizaciones de trazar límites alrededor de conceptos, poner las ideas en documentos muy bien elaborados y hechos de forma muy minuciosa, y esto es algo que resulta prácticamente imposible de cumplir en un cierto tiempo (semana de sistemas integrados, mes de la seguridad, día del medio ambiente). Este es un desafío particular cuando se trata de definir una cultura corporativa. El mismo acto de tratar de definir nuestra cultura tiende a crear un espacio que nos aísla, y estos espacios o estas ideas limitadas a políticas de escritorio, a su vez, pueden convertirse en lo que se llama “saboteadores de cultura”. Los siguientes son quizás los tres principales saboteadores que hemos visto durante nuestra experiencia a lo largo de más de una década.

  • Un misterio de hace tiempo es que, a pesar de las persistentes emisiones de gases de efecto invernadero a lo largo de los siglos XX y principios del siglo XXI, la temperatura de la superficie promediada a nivel mundial ha mostrado fluctuaciones decadentes distintas desde 1900, incluyendo dos frenadas de calentamiento global a mediados del siglo XX y principios del siglo XXI y dos fuertes aceleraciones del calentamiento global a principios y finales del siglo XX. 

  • Es interesante observar la evolución de la sustentabilidad desde un punto de vista empresarial y holístico. A inicio de año diversas empresas transnacionales que vienen desde hace años trabajando en temas de sustentabilidad (Unilever, Nestle, DuPont, BASF, etc.) comparten sus prioridades y sus acciones para hacer su parte, pero ¿Cómo se aplica esto a los empleados, desarrollar el talento, mejorar la retención y sobre todo comprometer plenamente a toda la organización?

    Una idea que ha sido desarrollada recientemente menciona que el éxito de la sustentabilidad en una organización se camina en 4 etapas que son:

    En la etapa inicial o básica, un pequeño número de empleados voluntarios participan en actividades de Responsabilidad Social Empresarial con los objetivos de eficiencia y ahorro de costos.

    En la etapa intermedia, un departamento de RSE gestiona actividades de sustentabilidad que promueven la eficiencia operativa interna, es en este momento que la sustentabilidad comienza a integrarse en las metas de la empresa.

    La tercera etapa o de mejorar la cultura organizacional busca promover la salud, el bienestar y una actitud de compromiso y ser parte del cambio en los empleados, con una mayor integración de la sustentabilidad en el producto y en los procesos de la empresa.

    Y en la última etapa, que es la etapa estratégica, la empresa mira hacia el exterior integrando las acciones de la organización con la comunidad, utilizando la sustentabilidad como la base de su modelo de negocio.

     

  • Los altos niveles de contaminación atmosférica a lo largo del tiempo pueden obstaculizar el sueño de una buena noche, según una nueva investigación presentada en la Conferencia Internacional ATS 2017. "Estudios anteriores han demostrado que la contaminación del aire afecta la salud del corazón y afecta la respiración y la función pulmonar...

  • En el segundo invierno más caluroso de los últimos 138 años de la historia, marzo continuó la tendencia mundial cálida que bien podría durar este año, especialmente con mayores oportunidades para la llegada de El Nino a finales del verano o el otoño.

  • Invertir siempre es una de las mayores incertidumbres de los tomadores de decisiones al implementar acciones de Eco eficiencia debido a que esto demanda grandes cantidades de recursos (dinero, tiempo y gente), lo cual no muchas veces se tiene disponible en la empresa y por lo tanto se ve en la necesidad de solicitarlo lo que acarrea el solicitar más dinero y por lo tanto comprometer el flujo de efectivo, además de lo anterior el retorno de inversión en la mayoría de las veces no es muy tangible y surgen muchas dudas de su efectividad, y esto aunado a que los resultados de las acciones de Eco eficiencia son de mediano y largo plazo aumentan las dudas de la inversión.

    Para lograr cambios que la organización necesita (adaptación de los procesos productivos, capacitación del personal a los nuevos procedimientos operativos, compra de tecnologías más eficientes, etc.) es necesario tiempo y esfuerzo por parte de la organización y sus colaboradores.

    Los beneficios de las acciones de Eco eficiencia deben ser contemplados en un periodo de tiempo amplio (mínimo 2 años) y siempre considerando que esta inversión está enfocada a la disminución de los costos de la organización (ahorro de agua, ahorro de energía y/o el consumo de materias primas).

  • Con una simple orden ejecutiva emitida a finales de marzo, la administración Trump lanzó un sólido esfuerzo para revertir las políticas climáticas de la era Obama diseñadas para reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en los Estados Unidos. La principal de estas políticas es el Plan de Energía Limpia, que se dirige a las centrales eléctricas de carbón y gas natural que representan alrededor del 40 por ciento de las emisiones de CO2 del país.